Conoce la historia de los panteones de Hermosillo

Por Erik Castillo Romo

HERMOSILLO, Sonora.- La palabra cementerio proviene del griego “nekrotafio” y significa dormitorio y es el lugar donde se depositan los restos mortales.

Dependiendo de la cultura del lugar, los cuerpos pueden introducirse en ataúdes, féretros o sarcófagos, o simplemente envolverse en telas, para poder ser enterrados bajo tierra o depositados en nichos, mausoleos, panteones, criptas u otro tipo de sepulturas. También son utilizados para enterrar las cenizas de personas cremadas, las cuales son guardadas en un cofre o urna.

En Hermosillo el primer campo santo que se presume que hubo, fue en dónde actualmente se encuentra la presa Abelardo L. Rodríguez, cuando aún era la Santísima Trinidad del Pitiquín.

Formalmente se dice que a partir de 1700, a un costado y en el interior de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, se comenzaron a sepultar a los muertos.

Durante los años 1800 a 1884, el cementerio se encontraba en las calles Monterrey, Morelia y Yáñez, donde actualmente se ubica la primaria Leona Vicario.

De ahí pasó a donde actualmente se encuentra el terreno que alberga el Jardín Juárez, en las calles: Matamoros, Juárez, Colosio y Sonora.

Dicho campo santo se saturó por una epidemia de cólera en 1851, por lo que las autoridades buscaron otro lugar encontrando al norte de la ciudad un predio en 1884 donde cuando se cambió a las calles Nuevo León, entre Juárez y Matamoros, actualmente Comandancia de Policía y Tránsito Zona Uno, la Estación de Bomberos Centro e instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad.

En ese lugar fueron enterrados personas que murieron por la fiebre amarilla de 1885 y en 1919 debido a una epidemia de viruela se llenó para ser cerrado en 1920. En ese mismo año se inauguró el panteón municipal de la Calle Yáñez, en donde descansan destacados sonorenses como Leandro P. Gaxiola, Luis Encinas, entre otros.

Actualmente en Hermosillo existen el panteón del Palo Verde, el de la Manga, el del Quiroga y el nuevo Campo Santo al norte de la ciudad el cual se llena de una forma acelerada esto debido al Covid-19.