CIUDAD DE MÉXICO.- “¡GRACIAS!”, dice Molotov después de que por más de una semana los usuarios de redes sociales revivieron un disco de hace más de 25 años al criticar su foto de portada, a la cual, dice Paco Ayala, “lo único que consiguieron fue darle promoción gratis”.
“Imagínate que en ese entonces (finales de los noventa) la censura lo era todo en los medios de comunicación, no había internet, el gobierno censuraba todo en radio y en televisión”, dice Paco al recordar el panorama de aquellos años de su primer disco, ¿Dónde jugarán las niñas?, que fue el que provocó la ira de las redes.
“No nos vendían en tiendas de discos, las marcas nos querían demandar pero nadie pudo hacer nada; la libertad de expresión pudo más y nos sacó adelante. Ahora imagínate unos chavitos que a fuerza quieren llamar en la atención sin entender la connotación real de una canción. Tan fácil fue apagar el twitter durante 40 horas y volverlo a prender y ya pasó todo”, comenta Ayala.
¿Dónde jugarán las niñas?, no es la única portada ha causado controversia. Lo han hecho otras como Appetite for Destruction de Guns N´ Roses ( 35 millones de copias vendidas) o el de Shakira Oral Fixation vol. 2, que cuenta con más de ocho millones de copias vendidas. Son varios los artistas que ilustran su música con temas de religión, sexo, mujeres, niñosy desnudos, bajo la óptica de un valor estético y artístico.
“Verlo desde un solo punto de vista me parece muy miope y limitado” comenta Mick Marcy de Moderatto.
“Si nos ponemos a juzgar desde la óptica no histórica, entonces cometeremos el gravísimo error de censurar; ese es el error de lo políticamente correcto, por supuesto que una obra tan polémica no podría ser concebida hoy, pero en ese momento sí”.
Para Armando Reyna, productor de los 40 y W Radio, lo que están provocando las redes es un retroceso a la Inquisición.
“Estamos volviendo a la época de la herejía en donde vamos a quemar vivos todo lo que no nos gusta o consideremos que pensamos que está mal. Las herejías de ahora consiste en quemar vivo en las redes sociales”.
Ayala lo pone claro: “Ahí seguimos y seguiremos, el disco no se va a ´desgrabar´; y si no te gusta pues escucha otra cosa, la verdad no nos afectó en nada”.
EL UNIVERSAL